martes, 28 de agosto de 2018

José Luis Macías en Jaimito- EAGZA




José Luis Macías Sampedro - 1929, Andújar, Jaén (España)

Con dieciocho años se trasladó a Valencia y para pagarse sus estudios en la
Academia de Bellas Artes de San Carlos tuvo que pluriemplearse como
dibujante, primero en revistas de patrones de punto de cruz y luego en la
Editorial Valenciana, pero no para dibujar historietas, sino para adaptar las
producidos fuera a las ediciones españolas (él se ocupó de generar
espacios en las tiras de Milton Caniff). Así se fue introduciendo en la
industria del tebeo y dibujó algunas historietas para El Temerario, de
Valenciana, para la empresa Jovi, 0 para Gong, donde ya desarrolló labores
como director artístico.

Tras lograr una beca que le permitió continuar sin interrupción los estudios
en Bellas Artes hasta su fin, dejó de dibujar durante el final de la década de
los cuarenta, lo cual empalmó con un periodo de prestación de servicio
militar, de1950 a 1952, en el cual tampoco trabajó como historietista apenas
(para la editorial Jovi, en 1950, en la colección Gary Cooper). A su vuelta a la
vida civil encontró trabajo en Valenciana, tanto como historietista (Mariló)
como haciendo ilustraciones (son muy recordadas las portadas de
Luchadores del espacio). A lo largo de la década de los años cincuenta
colaboró asiduamente para los tebeos de esta editorial, sobre todo con
historietas de aventuras (en Jaimito, S.O.S., Ios almanaques de Roberto
Alcázar y Pedrín, Comandos...) pero compaginó ese trabajo con
producciones para agencias, primero a través de Bardon Press y luego por
cuenta propia, sin intermediación de agentes.


Animado por el deseo de crear sus propias series, sin abandonar
Valenciana, dibuja la serie Aventuras de Boro-kay para editorial Carsoto
(1956), y al igual que habían hecho Manuel Gago u otros, decidió asociarse
con dos impresores valencianos en 1959 y fundar su propio sello editorial,
llamado Creo, bajo el cual lanzó varias colecciones de aventuras con
excelentes autores, como Tortajada, Alacreu, Coch (series como Davi-Roy
en 1959 y Ayax el griego en 1960, con guión de Vicente Tortajada) pero que
al cabo de dos años no rindieron los beneficios esperados. Tras esta
aventura editorial, José Luis siguió trabajando para Valenciana, pero sobre
todo como ilustrador de portadas, y con posterioridad también para otros
editores, como Marfil 0 Gaisa.


Luego abandonó los encargos nacionales para centrarse en trabajos de
ilustración que servía directamente a Bélgica y, desde allí, sus ilustraciones
se encuentran en publicaciones infantiles de Bélgica, Francia, Inglaterra,
Alemania, Austria, Italia, Portugal, Brasil y Japón. Años después, ya en los
últimos años ochenta y primeros noventa, probó suerte en la animación
para un estudio francés y también trabajó esporádicamente para Países
Bajos. Uno de sus trabajos más afamados es el del Nuevo Testamento (Vida
de Jesús), distribuido en más de veinte países. José Luis ha recibido
numerosos galardones, como el premio “Lazarillo” y el “Christian
Andersen”, así como el de la Oficina Católica para la Infancia, dependiente
de UNICEF.

Finalmente, tras una larga trayectoria profesional, lo dejó todo por la
pintura. Una exposición permanente de su obra pictórica cuelga desde 2012
en el Museo de Arte González Orea, en su pueblo natal Andújar.

Fuentes: Tebeosfera y Nombres para la historia de Andújar







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