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Máximo Gorky Carvajal Belmar (Valparaíso, 6 de octubre de 1935 - 21 de agosto de 2006) fue un dibujante de historietas y guionista chileno
Estudió Bellas Artes en Viña del Mar, donde fue discípulo de Carlos Hermosilla; a los 15 se traslada a Santiago con su familia e ingresó en la Escuela de Artes Aplicadas.
Para ayudarse económicamente, trabajaba en Estudios Norte, un taller de serigrafía donde conoció a Eduardo Pérez, dibujante de la revista Vistazo, y, gracias a él, logra entrevistarse con su director, el escritor Luis Enrique Délano, "quien le acepta su primer trabajo, una historia de aviones".
Estudió Bellas Artes en Viña del Mar, donde fue discípulo de Carlos Hermosilla; a los 15 se traslada a Santiago con su familia e ingresó en la Escuela de Artes Aplicadas.
Para ayudarse económicamente, trabajaba en Estudios Norte, un taller de serigrafía donde conoció a Eduardo Pérez, dibujante de la revista Vistazo, y, gracias a él, logra entrevistarse con su director, el escritor Luis Enrique Délano, "quien le acepta su primer trabajo, una historia de aviones".
Su primer éxito importante es haber hecho, cuando recién cumplía los 20 años, la revista Ventarrón por encargo de Rafael Fuentes. Como cuenta el mismo Carvajal, el encargo "ocurrió de manera muy simpática: El jefe de hípica del Clarín (Chile), Rafael Fuentes, había leído el relato aparecido en Vistazo y me busca, converso con él y salimos a la calle. Era un día nublado con lluvia, se detiene en un quiosco y empieza a comprar revistas, me las pone en las manos y me dice: “Mire yo quiero algo así, haga una revista”. Me da dinero para los gastos y yo me pongo a trabajar y sale en 1955 la revista Ventarrón". Lo hace en Ediciones Blanco, en un formato tradicional y con 32 páginas.
El nº1, en un papel de baja calidad, al igual que la impresión en blanco y negro, presentaba una portada a tres tintas y afirmaba ser «La primera revista de historietas totalmente ilustrada en Chile».
Abría el primer número Tifón, historieta de un marinero de armas tomar, seguida por Ventarrón, apodo del boxeador Max Dardo que da nombre a la revista; com último personaje aparecía el detective Raúl Montero. Como dice Cristián Eric Díaz en su detallado trabajo sobre el cómic en Chile, "lo curioso de estas historias es que todas transcurrían en territorio nacional, entendiéndose que eran héroes chilenos sus protagonistas principales".
No se editaron muchos números, pero se han rastreado al menos.
Después de trabajar en Clarín algunos años, se convierte en dibujante de publicidad de El Mercurio; también pasa por La Gaceta de la Libertad, desde donde se lo llevará Themo Lobos a la revista Rocket, a fines de 1964. La publicación muere en marzo de 1966 y Carvajal pasa a Robot, donde continúa sus viajes en el tiempo a la Alemania nazi.
En este época surgen revistas de historieta bélica, como Trinchera, editada por Zig-Zag, cuyos guiones y dibujos son de Carvajal. Colabora asimismo en la revista Jungla. Fue también uno de los responsables de darle su singular estética a la serie El siniestro Dr. Mortis, la versión en viñetas del popular radioteatro de Juan Marino.
Mediada la década de 1970, Carvajal, tal como la mayoría de los dibujantes enfrentados a la reducción de la oferta editorial, debió buscar otros medios para mostrar su arte gráfico.
Así llega a trabajar a Mundicrom, editorial para la que colaboró en la ilustración de clásicos álbumes como Historia de Chile, Historia del hombre y Flora y fauna, en ediciones que lograron llegar incluso a Centroamérica y España.
Para Mampato Carvajal creó la recordada serie Dina y Nino en la tierra perdida de Mu, la misma que retomaría a fines de los ochenta al crear la revista de historietas Cachipún. A comienzos de los 90 colabora nuevamente con su colega Themo Lobos en Pimpín, revista qies es una suerte de actualización estilo Mampato, pero que no tuvo el mismo éxito que esta.
El resto de su trabajo se puede encontrar en una serie de publicaciones que van desde sesenteras series bélicas como Corresponsales de Guerra, pasando por los ochenteros magazines de corte picaresco tipo La Papaya y El Quirquincho hasta revistas como Ácido y Bandido, que fueron las encargadas de reconectar a Carvajal con las nuevas generaciones de dibujantes.
Para Mampato Carvajal creó la recordada serie Dina y Nino en la tierra perdida de Mu, la misma que retomaría a fines de los ochenta al crear la revista de historietas Cachipún. A comienzos de los 90 colabora nuevamente con su colega Themo Lobos en Pimpín, revista qies es una suerte de actualización estilo Mampato, pero que no tuvo el mismo éxito que esta.
El resto de su trabajo se puede encontrar en una serie de publicaciones que van desde sesenteras series bélicas como Corresponsales de Guerra, pasando por los ochenteros magazines de corte picaresco tipo La Papaya y El Quirquincho hasta revistas como Ácido y Bandido, que fueron las encargadas de reconectar a Carvajal con las nuevas generaciones de dibujantes.
Carvajal y la ciencia ficción
Máximo Carvajal es largamente reconocido por su aporte a la ciencia ficción, tanto dibujando historietas del género como realizando los guiones de las mismas. De hecho, uno de sus relatos, originalmente publicado en viñetas, fue a parar a la antología de ciencia ficción chilena Años luz.
En las sesenteras Rocket y Robot, Carvajal sacó varias historietas del género de anticipación. A comienzos de los años 1970 escribe la serie Eos errante, que incluye, en una tripulación que viaja al espacio, el personaje de una mapuche que trabaja como telépata.
En la década de 1980 retoma el tema de la ciencia ficción con Axo, un viajero espacial, para un suplemento dominical de historietas en La Tercera, que será reeditada a fines de la misma década en la revista Ácido. Por esa misma época publica en Bandido otra historia futurista con
el personaje del detective Black Sloane.
Poco antes de que empiecen los 90, Carvajal vuelve a aparecer publicado en Asteroide, en donde incluye sus clásicas historias de saltos en el tiempo en las que nazis, vaqueros y alienígenas pueden perfectamente formar parte de una misma realidad.
Poco antes de que empiecen los 90, Carvajal vuelve a aparecer publicado en Asteroide, en donde incluye sus clásicas historias de saltos en el tiempo en las que nazis, vaqueros y alienígenas pueden perfectamente formar parte de una misma realidad.
[Wikipedia]
Nuestro fiel colaborador chileno Roberto Herzberg nos ofrece una auténtica joya,
y es esta compilación de historietas, realizada por él mismo,
extraidas de comics de la editorial Zig Zag :
Rocket - Robot - Doctor Mortis - Guerra...entre otras,
Rocket - Robot - Doctor Mortis - Guerra...entre otras,
del gran maestro del cómic chileno
MÁXIMO CARVAJAL.
Merecido homenaje a toda su trayectoria.
¡¡Son 378 páginas para un gran disfrute!!
Gracias Roberto Herzberg por este estupendo trabajo
https://mega.nz/#!SGxGnCIb!JK_4M45nM-E-e0IC3qo0DVKn8iEwFSUiQOkTsM2kvUk
Muy buena oportunidad de conocer a uno de los referentes de la historieta chilena. Buen trabajo.
ResponderEliminarMagnífico trabajo, por fin se hace justicia a un gran Máximo Carvajal, gracias a él la historieta chilena es conocida universalmente. Qué bien estaría tener nuevas entregas. Gracias Roberto Herzberg por este precioso trabajo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por este trabajo tan estupendo. Saludos cordiales.
ResponderEliminarMuchas gracias por este gran aporte. Que tengan un gran año 2019!!
ResponderEliminar¡Que buen aporte, y qué buen homenaje a Máximo Carvajal!
ResponderEliminarMuy merecido este reconocimiento. Cuando era yo muy, pero muy joven, disfruté de los trabajos de este grande de la historieta. Gracias a también a Roberto por esta compilación. Ya la revisé, y ahí están muchos de mis más queridos recuerdos, de mi época cuando leía estas revistas. Voy a disfrutar enormemente otra vez con esta compilación. ¡Gracias otra vez!
Muchas gracias!!
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