Hoy traemos una visión de la historia del mayor acontecimiento del Siglo XX: el triunfo de la Revolución Rusa de 1917, que llevó al proletariado a las puertas de la Utopía, a hacerse cargo de su propio destino. Lamentablemente, ya a poco de consolidarse el triunfo proletario, empezaron la desviaciones y personalismos de los líderes bolcheviques que llevaron a la Utopía proletaria a convertirse en una Distopía totalitaria primero, y a volver al capitalismo después, traicionando los principios fundacionales de la Revolución. Pero lo importante es que se demostró en los hechos que el proletariado puede vencer al capitalismo. Será necesario reformular procedimientos, con base en el estudio del devenir histórico del Estado Soviético para evitar repetir errores, como los personalismos y las decisiones arbitrarias unipersonales, en las próximas etapas de la Revolución Proletaria, la que debe orientarse hacia principios de solidaridad obrera, autogestión, y descentralización.
"Octubre - La historia de la Revolución Rusa" de China Mieville
En el centenario de la revolución rusa, China Miéville relata la extraordinaria historia de unos hechos que estremecieron al Mundo.
En Febrero de 1917 Rusia era una monarquía atrasada y autocrática, enfangada en una guerra impopular; en "Octubre - La historia de la Revolución Rusa", después de no una, sino dos revoluciones, se había convertido en el primer Estado de los Trabajadores, pugnando por colocarse en la vanguardia de la Revolución Mundial. ¿Cómo tuvo lugar esta increíble transformación?
En un vasto mosaico que va desde las avenidas y calles de San Petersburgo y Moscú hasta las aldeas más remotas de un Imperio inabarcable, Miéville desvela las catástrofes, intrigas, y fenómenos inspiradores de 1917 en toda su pasión, dramatismo, y singularidad. Afrontando los debates clásicos, pero narrado también para el lector que se asoma por primera vez a este colosal acontecimiento, he aquí el formidable relato de una humanidad en su punto más grandioso y más desesperado; un antes y después civilizatorio que todavía reverbera en nuestros días.
Una reseña de la web:
El novelista británico China Miéville (1972) es un autor al que el adjetivo todo-terreno no le queda holgado. Sus novelas "La estación de la Calle Perdido" (2000), "La ciudad y la ciudad" (2009), "Los últimos días de Nueva París" (2016) le han valido los principales premios de los géneros de ciencia ficción y fantasía, como el Arthur C. Clarke, el Locus, y el Hugo. A partir de una estética que mezcla surrealismo urbano, steampunk, y weird fiction, Miéville ha creado un Mundo propio desde el cual pretende explorar todos los subgéneros literarios a su alcance.
Por otro lado, Miéville es militante de izquierda: miembro del Socialist Workers Party británico, y cofundador de la revista Salvage, de corte neomarxista. También ha publicado trabajos sólidos de no-ficción, como su tesis doctoral "Between equal rights: A marxist theory of international law" (2005) o el ensayo "London's overthrow" (2011). Dicho esto, el libro que aquí nos ocupa, "Octubre - La historia de la Revolución Rusa", es una extensión lógica de su filiación como activista social, y sobre todo, un reto como narrador.
En "Octubre - La historia de la Revolución Rusa", China Miéville aborda a detalle los acontecimientos que dieron forma a la Revolución Rusa. Por medio de una prosa ágil, el autor procura la inmersión del lector en los sucesos ocurridos entre Febrero y Octubre de 1917. Petrogrado, y en menor medida Moscú, Kronstadt, y el frente de batalla de la Primera Guerra Mundial, son los principales escenarios recreados por Miéville para ambientar su obra.
A manera de un montaje cinematográfico —pensemos en el simultaneísmo con que Sergei Eisenstein plasmó "El acorazado Potemkin" en 1925—, el lector atestigua la fundación mítica de San Petersburgo a manos de Pedro el Grande, y llega hasta el dramático asalto al Palacio de Invierno. Este último fue el acto simbólico con que se consumó el proceso revolucionario, y marcó el momento cuando el Partido Bolchevique se impuso sobre el Gobierno Provisional bajo el lema "Todo el poder al Soviet".
El autor deja en claro sus inclinaciones políticas: "Si bien no pretendo ser neutral, he intentado ser justo". Es a partir de ese ejercicio de justicia histórica que Miéville hila su relato por medio de una impresionante cantidad de instantáneas. Dueño de un instinto narrativo plenamente desarrollado, engarza por aquí y por allá cuadros íntimos de individuos a la merced de la Historia. Son estos momentos los que mueven al lector hacia la empatía, la solidaridad, o el encono. Se nos presenta una gama abierta de personas —no personajes— con sus militancias y lealtades que se retuercen hasta llegar a lo heroico o a lo absurdo. Cabe destacar cómo, por momentos, el futuro y doloroso Siglo XX se filtra en el relato para ofrecernos pasajes premonitorios que enriquecen el Mundo en el que transcurre "Octubre - La historia de la Revolución Rusa". Tal es el caso de esta descripción de cierto joven georgiano cuya sombra habría de influir de manera negativa en el devenir revolucionario:
"Stalin, desde luego, no era todavía Stalin. Hoy, toda explicación de la revolución se ve acosada por un fantasma por venir, esa bigotuda monstruosidad de ojos brillantes; el Tío Joe, el carnicero; el arquitecto principal de un grotesco, apabullante, y despótico Estado. Han pasado décadas de debate sobre la etiología del estalinismo, volúmenes y volúmenes de historias acerca de la brutalidad de ese hombre y la de su régimen. Desde el futuro arrojan sombras de lo que vendrá.
Pero estamos en 1917. Stalin todavía no había cumplido los cuarenta. Entonces era sólo Stalin, Iósif Dzhugashvili, conocido por todos sus camaradas como Koba [...] Un capaz —nunca brillante— organizador. Como mucho un intelectual aceptable, en el peor de los casos, bochornoso. No era ni de la izquierda ni de la derecha del partido, sino algo así como una veleta. La impresión que dejaba era no dejar una gran impresión."
Desde esta clave pesimista, antes de lamentación que de exaltación, el lector podría bien apreciar el tono predominante en "Octubre - La historia de la Revolución Rusa":
"Pero la guerra no ha acabado todavía, y el orden que se construirá será cualquier cosa excepto socialista. En su lugar, los meses y años que se sucederán, verán a la revolución combatida, asediada, aislada, osificada, rota. Sabemos adónde se dirige todo esto: purgas, gulags, hambrunas, asesinatos en masa."
La Revolución Rusa no fue una sucesión de batallas entre caudillos, como es el caso de la Revolución mexicana, sino una plenamente politizada, construida a partir de panfletos, consignas, y discursos de brillantes oradores. China Miéville presta oído a ese aspecto crucial de la narración revolucionaria. Rescata frases memorables, conversaciones duras o casuales, chascarrillos, discursos de altos vuelos retóricos, poemas y comunicaciones telegráficas para enriquecer su relato. Este recurso vuelve a "Octubre - La historia de la Revolución Rusa" un magnífico punto de partida para abordar uno de los acontecimientos históricos modernos más complejos.
A lo largo de un siglo, se ha escrito un vasto corpus crítico y literario sobre la Revolución Rusa. Después de repasar las fuentes bibliográficas detrás de "Octubre - La historia de la Revolución Rusa", uno podría objetar que se han limitado principalmente a las escritas en inglés, lo que no demerita el trabajo de síntesis, y como lo he dicho líneas arriba, la pericia narrativa con la que Miéville nos presenta su visión. El lector no especializado se hará de un relato panorámico bien balanceado, así como de una invitación para adentrarse a una bibliografía más exhaustiva del tema. Por citar un ejemplo a la mano, "1917: La Revolución Rusa cien años después", antología multidisciplinaria coordinada por Juan Andrade. Ésta es una estupenda opción para entrar en materia desde una pluralidad de enfoques y lecturas.
Por último, creo necesario señalar una vez más a China Miéville como un autor multifacético, capaz de sorprendernos con su versatilidad, postura política, ambición y extrañeza. Sin duda, una curiosa mezcla de cualidades.
Como material complementario se incluye también en el pack el libro: "1917 - La Revolución Rusa cien años después" editada por Juan Andrade y Fernando Hernández Sánchez. La Revolución Rusa fue el acontecimiento más trascendental del Siglo XX. El asalto al Palacio de Invierno de Petrogrado en octubre de 1917 fue vivido como la materialización inesperada de una Utopía largamente perseguida: la de la ocupación del poder por parte del proletariado y la construcción de una nueva sociedad sin clases. El acontecimiento espoleó conciencias, amplió el horizonte de expectativas de las clases populares, e inspiró revoluciones y regímenes políticos por todo el Mundo. También desató el pánico y la reacción virulenta de sus posibles damnificados y la hostilidad de quienes, aun simpatizando con su arranque, no compartieron su devenir. A radiografiar este magno acontecimiento y sus consecuencias –políticas, sociales, y culturales–, la evolución del Mundo surgido de ella, y el mito y la memoria de la Revolución en la actualidad, se consagra "1917 - La Revolución Rusa cien años después", una visión poliédrica, diversa, y coral, de la Revolución y el siglo que engendró.
Una maravilla !! Muchas gracias Urijenny. Diego
ResponderEliminarMuchas gracias
ResponderEliminarDe nuevo nos sorprende Urijenny con otro excelente libro. Muchas gracias. Gustavo
ResponderEliminarMuchas gracias por comentar en el post amigos: Diego, Jesús, y Gustavo. Un saludo cordial.
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