miércoles, 22 de marzo de 2017

Obras de Carlos "Chingolo" Casalla - EAGZA



Falleció Carlos "Chingolo" Casalla

Gran pesar en Bariloche por la muerte de “Chingolo” Casalla

A los 90 años de edad murió el queridísimo y reconocido artista y personalidad, durante la madrugada de este miércoles. (5 de Abril)

Sus restos son velados desde la tarde en la Sala de Prensa de la Municipalidad, hasta mañana jueves a las 10,30 de la mañana, cuando será trasladado al cementerio Valle del Descanso. Músicos y amigos estarán tocando aproximadamente desde las 19 horas en la sala de prensa, para despedir al virtuoso artista local. Los músicos que lo acompañaron en los últimos tiempos, también estarán presentes.
Creador de la legendaria historieta “El Cabo Savino",que publicó por primera vez el 1 de abril de 1954 y dibujó ininterrumpidamente por más de seis décadas, Casalla fue un prolífico dibujante y guionista, y como tal uno de los exponentes más creativos en este género, con más de 30 títulos en su haber. En 2015, el Concurso Nacional de Historietas, que organizan la Biblioteca Nacional y la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP), llevó su nombre para homenajear su trayectoria.

Podemos encontrar más información de esta muy sentida muerte, a cuyo pesar nos unimos todos los miembros de esta comunidad bloguera, en las siguientes direcciones de periódicos argentinos:





Foto recogida de http://www.elcordillerano.com.ar
Un buen día, una llamada telefónica desde Buenos Aires le anunció a Carlos “Chingolo” Casalla que marcó un récord mundial. Según su interlocutor, un representante de la Universidad de San Martín, Casalla, el legendario historietista argentino radicado en Bariloche, es la persona que permaneció más tiempo haciendo la misma historieta en la historia del género.


Se trata de El cabo Savino , que nació en 1954 en el diario La Razón y ya lleva casi seis décadas ininterrumpidas de galopes a caballo, peleas con cuchillos y malones indios. Casalla siempre bromeó con el hecho de que Savino no fue ascendido en 33 años, a pesar de sus permanentes actos heroicos y su honestidad a toda prueba.
La llamada además le solicita su presencia los primeros días de julio para recibir un homenaje en la Universidad de San Martín en Buenos Aires. Casalla lo agradece, pero declina la propuesta. “ Estoy muy ocupado, y muy grande , pero me alegra y me sorprende el homenaje y el dato, no tenía ni idea”, le cuenta a Clarín . Mientras conversa las puntas de sus dedos manchados de tinta sostienen una estilográfica con la cual va bosquejando los diálogos de su personaje mestizo, nacido ficcionalmente en Caballito, cuando aquel barrio porteño “era puro campo”.
El 1 de abril de 1954 comenzó a publicar su personaje El Cabo Savino ("al principio, el cabo se llamaba Sabino, con b larga, inspirado en el pelaje del caballo criollo y en el nombre del por ese entonces famoso boxeador Néstor Sabino") en la contratapa del diario La Razón, en forma de tira diaria. Luego de cinco meses, Savino pasó a publicarse en el diario Democracia y las revistas Puño Fuerte y Puño Fuerte Extra de Editorial Láinez. En 1957 Savino (ahora con "v") se trasladó a las publicaciones de la Editorial Columba: El Tony, D'artagnan y Fantasía y aparecería allí hasta 1994. Entre 1973 y 1975 tuvo su revista propia a color. Al comienzo los guiones eran propios y luego dibujó los de guionistas como Roque Guinart (Julio Álvarez Cao), Chacho Varela y Jorge Claudio Morhain.
Las historietas de Carlos Casalla se convirtieron en la lectura habitual de varias generaciones de argentinos. En la época de gran auge del género, en las décadas del ‘70 y ‘80 la Editorial Columba editó innumerables aventuras; y las que mejor caracterizaban aspectos de la cultura argentina eran “las de Casalla”.

El creador de Savino y dibujante de Alamo Jim, que como este llegó a tener revista propia, Pithy Reine, El Cosaco y Perdido Joe , entre muchos otros, tiene hoy 84 años y continúa trabajando con excepcional vitalidad . Lo de excepcional no es una figura: Casalla dibuja y publica diariamente las historias de su personaje en las páginas del diario Río Negro y, una o dos veces por semana, toca jazz con sus hijos, sobrinos y amigos en distintos reductos de la ciudad.
A fines de los ‘60, en uno de los momentos más altos de la edad de oro de la historieta argentina, Casalla y un grupo de compañeros del rubro como Octavio Moraga y Jorge Pérez Castillo alquilaron dos casas en Villa Gesell. En una reunieron a las familias (“¡Hasta suegras!”, recuerda) y en la otra ellos, los jóvenes y exitosos dibujantes. “Eran dos meses de vacaciones para la familia pero nosotros laburábamos todo el día porque teníamos cosas que entregar. Cuando terminábamos, metíamos los cartones en un sobre y los mandábamos por correo. Una lástima porque jamás conservé un original y cuando la editorial Columba cerró, todo eso se perdió . Hoy veo en Internet un cartel que dice ‘Vendo original de Savino’ y digo ‘che, ¡eso es mío!’”.

Casalla se formó en la Academia Nacional de Bellas Artes y aprendió el oficio de historietista del entrañable José Luis Salinas. Pero antes, como alumno recién egresado, puso los ojos en la publicidad para ganar unos pesos. Era mediados de los ‘40. “Entonces no se hacían fotos; había que dibujar todo: autos, heladeras, nenes jugando ”.
Hacer historietas, tal como se entiende hoy, no figuraba en ningún libro de aquellos años. “En los diarios se publicaban tiras históricas, no de personajes originales. Se representaban libros como Los tres mosqueteros . Pero historieta no, eso lo teníamos que aprender solos”, recuerda.

Casalla comenzó tímidamente a “meter” historietas con su sello en diarios como La Razón y Crítica , apenas para hacerse un lugar en el ambiente. “Nos pagaban por cuadro publicado, había plata si la historieta iba bien y se publicaban muchos cuadros”. Cuando comenzó a participar de las publicaciones de la célebre Columba llevaba unos 10 años en el ambiente del dibujo profesional. “Con el dinero que me pagaban dibujando me hice dos casas en Bariloche sin préstamos, imaginate. Yo siempre quise ser libre, la historieta me dio una libertad esclava pero que me permitió venir acá en el ‘62 y no tener jefes arriba mío ”, explica.
Instalado en Bariloche, Carlos “Chingolo” Casalla siguió trabajando como historietista (para editoriales de Buenos Aires y de Italia) y como ilustrador de temas criollos, dándole un tinte más regional a sus dibujos. Por encargo de Parques Nacionales ilustró parte de la historia patagónica con su personal estilo para la Pinacoteca de la institución. Participó en exposiciones de artistas plásticos y, cuando le fue posible, dio rienda suelta a su amor por el jazz. El dibujante Norberto Gandini y el caricaturista Hermenegildo Sábat lo ayudaban “a despuntar el vicio”. .
Y en algún momento las historias vividas que surgían en las conversaciones con pobladores de la zona, amigos, memoriosos de anécdotas de hechos ocurridos en la zona del Nahuel Huapí, o sugerencias de amigos como Manolo Puente de lo bueno que sería “dibujar la historia” local, lo llevó a crear y desarrollar una gran fábula en un libro que denominó “El Gran Lago”. A fines de 1994 lo presentó en el Salón Cultural de Usos Múltiples Municipal. Hoy es material de consulta en escuelas de la ciudad. A comienzos del año 2001 avanzó un poco más y “contó” una buena parte de la historia zonal en un mural. Esta vez es un solo gran cuadro, sin globitos y con personajes que “hicieron” esa historia.
Pero el historietista no consumió por completo al músico.

En los ‘50 y principios de los ‘60, mientras dibujaba, también participaba de la escena jazzística porteña y tocaba en jam sessions con nombres del tamaño de Lalo Schifrin, Enrique Villegas, Baby López Furst y Jorge Navarro. En 1996, un amigo con mucho dinero, admirador de Savino, lo invitó a ir con él a EE.UU. a visitar los más exclusivos escenarios jazzísticos. Se les unió otro jazzero de ley, Walter Malosetti. “ Estuvimos casi un mes viajando entre Nueva York, Chicago y Nueva Orleans , escuchando increíbles conciertos y parando en hoteles cinco estrellas. 

Un día viene Walter y me dice: ‘Che, Carlos, ¿viste que existían los Reyes Magos?’” Y cuando cierra la anécdota Casalla ríe, con su risa amplia que es también un clásico de la cordillera. Es el mismo hombre que participó en el equipo de Spilimbergo que pintó la cúpula de las Galerías Pacífico de Buenos Aires. El mismo que comparte su hogar con Carlota, su esposa escritora. El tío de Javier Casalla, el virtuoso violinista de Bajo Fondo Tango Club; el padre de Carlos, reconocido percusionista. El que dibujó en los ‘40 al Martín Fierro para una revista militar cuyo director, un mayor del Ejército, quería que se omitiera que el personaje era un desertor.
Muchas vidas, muchas historias, nacidas de una misma mano.

Fuentes: Claudio Andrade - Roberto García - 17/06/2012




25 comentarios:

  1. Muchas Gracias!! amigos de AIT por darnos a conocer a los artistas detrás de los comics.Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Dejá de ponerle EAGZA a las cosas que escaneé.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias Emilio por difundir estas obras de Casalla. Cordial saludo.

    ResponderEliminar
  4. Muchas Gracias¡ Por esta recopilacion de obras de este verdadero ejemplo viviente de la mejor historieta argentina.

    ResponderEliminar
  5. Fantástica compilación de compilatorios(aquí vale la redundancia)puesto que la tarea de EAGZA, imprescindible tanto en la divulgación del tebeo español como de la historieta argentina. Gracias por toda tu trayectoria ¡qué no cese!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ggracias, Diego. En eso estamos... por ahora, seguiremos en la brecha.

      Eliminar
    2. Tenés la coleccion completa de El Cosaco? Gracias.

      Eliminar
  6. Por favor ¿ Podrías actualizar nuevamente el link de El Cosaco ? Gracias

    ResponderEliminar
  7. Gracias por compartirlo,muy amable de tu parte._
    Saludos._

    ResponderEliminar
  8. No corresponde agregar sellos que digan EAGZA al contenido aportado y recopilado por otras personas. Tampoco plagiar distintos sitios de Internet para las entradas del blog y los textos de presentación de las recopilaciones. En especial cuando ni siquiera se pone en conocimiento a los dueños de los sitios del uso que se le da al trabajo realizado.

    ResponderEliminar
  9. Podrian resubir GAUNA, gran aporte, gracias.

    ResponderEliminar
  10. Gracias por El Cosaco!! Se nos cayeron las Cronicas de un porteño viejo, Larsen y Finch y Perdido Joe... cuando puedan... Pliiisss!

    ResponderEliminar
  11. Muchas gracias por El Cabo Savino, El Cosaco y todos estos aportes realmente son maravillosos (son de una epoca magnifica de este mundo)

    ResponderEliminar
  12. CONFIRMO LO REFERIDO POR MARCELO
    se nos cayeron las Cronicas de un porteño viejo, Larsen y Finch y Perdido Joe... cuando puedan... Tampoco esta activo el correpondiente a Recordando a...
    UN ABRAZO Y GRACIAS

    ResponderEliminar
  13. MUCHAS GRACIAS...SIEMPRE GRACIAS
    ABRAZOS

    ResponderEliminar
  14. amigos.por favor,GAUNA a color.saludos desde lima PERU

    ResponderEliminar
  15. Muchas gracias por tan excelente material.

    ResponderEliminar
  16. Muchas gracias por la actualización del Cosaco, que casi me pasa desapercibida. ¡Qué trabajazo!

    ResponderEliminar
  17. Emilio Alvavez y todo AIT muchas Gracias por El Cosaco...y por sus excelente trabajo de divulgación.

    ResponderEliminar
  18. ¿ donde figura El Cosaco ?
    Desde ya gracias, amigos
    Raul

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues es fácil, pincha en el enlace que aparece al final de la entrada.

      Eliminar